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La I Guerra Mundial.

 

29-01-1917. El náufrago torrecampeño del vapor Algorta

 

 

El 28 de julio de 1914, el mundo asistió sobrecogido al estallido de la Primera Guerra Mundial. El que en un principio muchos presagiaban como un conflicto de corta duración limitado al ámbito europeo, se acabó convirtiendo en una guerra a escala global en la que se vieron implicadas las principales potencias de la época. Mientras nuestros vecinos del Viejo Continente se desangraban en las trincheras de los campos de batalla, España mantuvo una posición de neutralidad que no consiguió evitar que nuestro país se viera involucrado indirectamente en las hostilidades. En este sentido, nuestra marina mercante fue la más castigada.

 

El llamado derecho de inspección otorgaba a las naciones aliadas la potestad de detener y registrar los barcos de pabellón neutral para comprobar su documentación y el destino de la carga que transportaban en sus bodegas.

 

Los barcos mercantes españoles se enfrentaban, entre otras muchas, con una amenaza aún más peligrosa. El submarino, un arma innovadora surgida al principio de la guerra, fue empleada a gran escala por los alemanes para estrangular el tráfico marítimo aliado.

 

El primer encuentro de un barco español con un submarino alemán se produjo el 29 de marzo de 1915, cuando el vapor Peña Sagra fue interceptado por un sumergible no identificado, sin que llegase a ser atacado. Apenas un mes más tarde, el vapor Peña Agustina, que navegaba cubriendo la travesía desde Glasgow a Santander con un cargamento de brea, se encontró con el U 28. Tampoco hubo ningún problema, pero el aumento de este tipo de incidentes multiplicó las posibilidades de que se produjese una desgracia, como finalmente ocurrió. El primer barco español víctima de la guerra submarina fue el vapor Isidoro, de la naviera bilbaína Echevarrieta y Larrinaga. El 17 de agosto de 1915 fue torpedeado y hundido por el U 24, al mando del comandante Schneider, en el Canal de San Jorge cuando hacía la ruta entre Bilbao y Cardiff con un cargamento de hierro en sus bodegas. Afortunadamente, toda la tripulación pudo ponerse a salvo. Sin embargo, otros no tendrían tanta suerte.

 

Así ocurrió con el vapor Algorta , de la Casa armadora Sota y Aznar, un vapor de 2.117 toneladas  que navegaba con un cargamento, de naranja y mineral,  de Valencia á Middlesbrough . Fue detenido por un submarino alemán a las cinco de la tarde el día 29 de enero de 1917 hallándose a 25 millas de Quesssant.

 

El capitán pasó a bordo del sumergible con la documentación y recibió orden de abandonar inmediatamente el buque, y en cuanto la tripulación embarcó en los botes, el vapor fue volado con granadas. El comandante del submarino ofreció a los náufragos remolcar los botes hasta las cercanías de Ouessant.

 

A las ocho de la noche se vio pasar un vapor transporte Iluminado, al que desde el submarino hicieron señales para que se acercase y recogiese a los náufragos, pero como las bengalas iluminaron el submarino, al verle el vapor apagó las luces y desapareció. El submarino se sumergió inmediatamente y desapareció también. Los náufragos tuvieron que pasar la noche luchando con el temporal, que era muy duro. Arrojando al mar todo el aceite que habían embarcado lograron menguar los embales de las olas.

Cuando fueron recogidos por un torpedero francés todos ellos estaban a punto de morir de frío y hambre, como murieron otros dos compañeros suyos, llamados Bartolomé Parraza, natural de Torre del Campo, y el marinero de dieciochos años José Urios, natural de Valencia.

 

La casa armadora Sota y Aznar ha recibido nuevos informes de Brest, en cuyo hospital se encuentran 13 tripulantes del vapor. Aseguran los informes que, al ser recogidos los tripulantes por los torpederos franceses, estaban todos ellos transidos de frío. Dos de ellos ya habían fallecido a consecuencia de la cruel temperatura que reinaba.

 

 

Historia de Iberia Vieja

El Siglo futuro. 2-2-1917, no. 3,065

La Correspondencia de España. 2-2-1917, n.º 21.540

El Imparcial (Madrid. 1867). 7-2-1917

El Correo español. 2-2-1917

La Acción (Madrid. 1916). 6-2-1917-1

El Heraldo de Madrid. 5-2-1917

El Día (Madrid. 1916). 6-2-1917

La Nación (Madrid. 1916). 4-2-1917

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