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ENRIQUE ROMERO DE TORRES Y EL CATÁLOGO MONUMENTAL DE JAÉN

En 1913, por Real Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes a propuesta de la Comisión Mixta de las Reales Academias de la Historia y San Fernando, Enrique Romero de Torres recibió el encargo  de  catalogar  los  monumentos  históricos  y artísticos de la provincia de Jaén. Ya desde las primeras líneas del Catálogo, en el Preámbulo, Romero de Torres dejó bien claro que “(…) ha resultado imposible tan importante y delicada misión por no haber tiempo  suficiente  para  recorrer  y  estudiar  uno  por uno todos los numerosos pueblos y parajes de esta región andaluza, dentro del plazo concedido de doce meses, si se ha de tener en cuenta la gran extensión que  ocupa  esta  provincia,  sus  difíciles  y  primitivos medios de comunicación y toda la paciencia y lentitud que requiere tan pesada labor”1.

Se entiende perfectamente esta declaración inicial, y que en realidad se invirtiera más tiempo del concedido, porque el trabajo no sólo incluía la catalogación  de  los  153  pueblos  que  contabilizaba  el  autor, sino que a ellos debía añadir los “(…) despoblados o ruinas,  los  castillos  enclavados  en  parajes  lejanos y otros sitios donde dejaron su huella civilizaciones antiguas  (…)”2,  así  como  los  trabajos  preparatorios llevados a cabo en la Biblioteca Nacional, en el Archivo Histórico Nacional y Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando.

El resultado final quedó inédito pero propició la catalogación de la riqueza patrimonial de 48 pueblos y su entorno, quedando fuera del trabajo los partidos judiciales de Cazorla, Huelma y Orcera y pueblos como Villanueva de La Reina, Espeluy, Villargordo, Jabalquinto, Santa Elena, Marmolejo y Baños de la Encina. El caso de Santa Elena y Baños de la Encina resulta contradictorio ya que ambas poblaciones sí aparecen citadas en la obra aunque sólo como referencia para las  pinturas  rupestres  localizadas  en  esa  zona  de Sierra Morena. El área más trabajada se centró en el oeste y suroeste de Jaén y a ella deben añadirse otras dos: la zona delimitada por La Carolina, Baeza y Castellar, y una parte de Sierra Mágina comprendida entre Pegalajar y Jódar con una extensión hacia Cabra de Santo Cristo.

El  método  de  trabajo  seguido  queda  de  manifiesto también en el Preámbulo y en la propia estructura de la obra al encuadrar en primer lugar el monumento a partir de los factores cronológico y geográfico y continuar después con la descripción detallada de todos los  pueblos  catalogados.  Finalmente,  el  trabajo  se vio también limitado por la imposibilidad de revisar el archivo de la Catedral y el archivo de Protocolos de Jaén, por la falta de facilidades en la consulta de los archivos  notariales  y  por  la  resistencia  a  colaborar de algunos curas párrocos (Fig. 1).

1  Romero de Torres, E. (1913): Catálogo Monumental y Artístico de la Provincia de Jaén, Inédito. Preámbulo, I-II.

2  Ibid. preámbulo, II-III.

Fuente MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 04. 2013. PP. 133-146. ISSN 2172-6175 // ESTUDIO

 

Archivo PDF
Catálogo monumental de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Jaén. FOTOGRAFIAS Y TEXTOS MONUMENTOS DE TORREDELCAMPO
VOL.5 FOTOGRAFIAS
páginas 54-58
VOL.2 FOTOGRAFIAS
páginas 30-32
VOL.1 TEXTO
páginas 68-72
VOL.1 TEXTO
páginas 352-362
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